Servicio Doméstico no es igual a Ayuda a Domicilio

 


En los últimos cursos de Técnico de Atención Sociosanitaria que he impartido, he detectado una falta de información y conocimiento en la distinción entre Servicio doméstico y Ayuda a domicilio.
 
Cuando he explicado las funciones de la profesional sociosanitaria tanto en domicilio como en instituciones (residencias, centros de día, centro para personas discapacitadas, etc.), las alumnas que han trabajado en domicilio siempre me han comentado lo mismo: ellas tenían que asear al usuario, darle de comer, cocinar, limpiar la casa, poner la lavadora, planchar y un largo etcétera. Cuando les preguntaba cuánto tiempo dedicaban al cuidado de la persona mayor o dependiente me decían: lo que podían.
 
Esta es una realidad que, en la mayoría de las ocasiones, se produce por motivos económicos: contratar a una profesional para que atienda a personas dependientes y realice las tareas del hogar. Dos trabajos por el precio de uno. Al final, a quien afecta negativamente es al usuario.
 

Servicio doméstico

El trabajador o trabajadora doméstico realiza tareas par el mantenimiento y funcionamiento de una vivienda:
 
  • Cocinar
  • Limpieza general: barrer, fregar, encerar, quitar el polvo, aspirar
  • Comprar alimentos y productos necesarios para el hogar
  • Lavar la ropa
  • Planchar la ropa
  • Cuidar niños
  • Alimentar mascotas
  • Mantenimiento del jardín
 
Todo esto requiere ciertos conocimientos, habilidades y tiempo distintos que los de Ayuda a domicilio.
 

Ayuda a domicilio

La Ayuda a domicilio, en cambio, requiere de una profesional con conocimientos básicos de enfermería, educación y psicología.
 
El objetivo de la Ayuda a domicilio es el cuidado de las personas mayores o dependientes:
 
  • Prevenir o mejorar la pérdida de autonomía del usuario
  • Ayudar a realizar las actividades básicas de la vida diaria
  • Favorecer la integración del usuario con su entorno para evitar el aislamiento
 
La profesional sociosanitaria no sólo asea, cura heridas, da de comer, suministra la medicación y cambia el pañal al usuario. Quien trabaja en este ámbito debe también:
 
  • Motivar, animar y ayudar a mejorar la psicomotricidad fina y gruesa mediante paseos, ejercicios físicos, trabajos manuales.
  • Mejorar las habilidades cognitivas con actividades que potencien la memoria, concentración, orientación a la realidad (física y temporal), etc.
  • Mejorar las habilidades sociales y afectivas
  • Evitar el aislamiento ayudando a relacionarse con otras personas
  • Reforzar la autoestima y la seguridad en el usuario
 
La Ayuda a domicilio requiere un trabajo humano, de comprensión, empatía y escucha activa. Significa preocuparse por la otra persona, devolverle su dignidad y asegurar el bienestar.
 
La Ayuda a domicilio no es dejar que una persona dependiente esté todo el día tumbada en la cama o sentada en un sillón mientras la cuidadora realiza tareas domésticas. Ese no es el espíritu de cuidado y no son los valores del Sociosanitario.
 
Por tanto, recomiendo a las familias y las empresas de servicios que contratan a profesionales Sociosanitarios que respeten sus funciones y no menoscaben el bienestar de las personas dependientes por el ahorro económico.
 
No debemos olvidar que nuestros mayores y las personas dependientes, por el mero hecho de serlo, siguen siendo personas con dignidad, personas a las que hay que respetar y garantizar su bienestar.
 

El cuidado no es una obligación es una responsabilidad.



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