Cuando sea necesario derivar la atención de una persona
usuaria a otro servicio, como profesional de trabajo social, debe garantizar
que esta derivación se realice de manera óptima y beneficiosa para el
usuario.
Esto implica los siguientes aspectos:
1. Enfoque en el bienestar del individuo: Reconocer que
la derivación a otro servicio puede ser una parte importante del proceso de
apoyo para la persona usuaria.
2. Procurar la continuidad de la intervención: Entender
la importancia de mantener la continuidad en la atención y el apoyo que se
brinda a la persona usuaria. Es necesario asegurar una derivación fluida entre
servicios, compartiendo información relevante y proporcionando la orientación
necesaria para facilitar la continuidad de la intervención y minimizar
interrupciones en la atención.
3. Consideración de preferencias y necesidades: Antes de
realizar la derivación, se debe tomar en cuenta las preferencias y necesidades
individuales de la persona usuaria. Hay que asegurarse de que estén informadas
y sean partícipes en el proceso de derivación, respetando sus decisiones y
ofreciendo opciones que se ajusten mejor a sus circunstancias.
4. Coordinación interdisciplinaria: Trabajar en
colaboración con otros profesionales y servicios involucrados en el cuidado y
apoyo de la persona usuaria para garantizar una derivación efectiva y
coordinada. Esto incluye la comunicación clara y la colaboración activa con
otros profesionales de la salud y servicios sociales para facilitar una
derivación sin problemas.
5. Seguimiento y apoyo posterior: Una vez que se haya
realizado la derivación, continuar dando apoyo y seguimiento a la persona
usuaria para asegurarse de que esté recibiendo el apoyo necesario en su nuevo
entorno.
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