Derechos Humanos

 


Para muchas corrientes filosóficas, gobiernos, sistemas políticos o religiones no existe norma que no esté escrita o dada por alguna divinidad. Sin embargo, desde la antigua Roma y Grecia hasta nuestros días viene existiendo una corriente denominada iusnaturalismo que establece la existencia de una ley o derecho natural no escrito, que nace de la propia especie humana y es igual para todos, sin distinción de raza, sexo, nacionalidad o posición social.
 
Aunque inicialmente esa ley no escrita emanaba del cosmos o alguna divinidad, iusnaturalismo clásico, actualmente se considera un derecho subjetivo, una norma o ley del hombre.
 
El artífice de esa transición entre la ley natural y el derecho como facultad moral fue el jurista, escritor y poeta neerlandés Hugo Grocio. En 1625 escribió De iure belli ac pacis, obra que sienta las bases de un derecho natural y establece que esas normas no escritas son principios inmutables, no se pueden cambiar ni interpretar.
 
Esta obra inspiró posteriormente leyes de Derecho Internacional como la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional francesa el 26 de agosto de 1789, y la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la ONU el 10 de diciembre de 1948.
 
 
Los Derechos Humanos como Leyes Universales
Por tanto, el Derecho Natural, como facultad moral, es una capacidad que toda persona tiene, una facultad inherente, que no puede anularse, renunciar o transmitir a otro. Su ámbito es universal. Desde que una persona nace goza de esos derechos independientemente de su raza, sexo, clase social o lugar de nacimiento. Aunque el Derecho positivo, las leyes que promulgan un país, vayan en contra de este Derecho Natural, toda persona tiene la obligación de defender esos principios universales.
 
 
Momentos históricos
A lo largo de la historia han existido varios momentos donde se ha luchado por los Derecho Humanos:
 
- Revolución estadounidense de 1775
- Revolución francesa de 1789
- Revolución mexicana de 1910
- Revolución rusa de 1917
- Revolución gualtemalteca de 1944
- Revolución boliviana de 1952
- Revolución dominicana de 1965
- Revolución Argentina de 1966
- Revolución del 68 francés de 1968
- Primavera de Praga de 1968
- Revolución de Los Claveles portugués de 1974
- Revolución Cantada de Estonia de 1987
- Revolución tunecina de 2011
- Revolución egipcia de 2011
 
También hubo movilizaciones a favor de los Derechos Humanos:
 
- Protestas polacas en 1980
- Revuelta de la Plaza de Tian'anmen en China de 1989
- Caída del muro de Berlín de 1989
- Revolución Azafrán de los monjes budistas en Birmania de 2007
 
Paradójicamente, muchas de las revoluciones iniciadas con la intención de instaurar un sistema basado en valores universales terminaron en épocas de terror y represión como “El Terror” de la Revolución francesa de Robespierre; o “Holodomor” u “Holocausto ucraniano” de Stalin en una URSS nacida de la Revolución Rusa.

 
Reconocimiento de los Derechos Humanos
Aunque los Derechos Humanos nacidos como Derecho natural, inherente, atemporal y universal de toda persona no son normas escritas, desde la Revolución francesa se ha querido reforzar su importancia llevándolo al Derecho positivo o leyes.
 
Aunque existen antecedentes como el Cilindro de Ciro de 559 a.C. o la Carta de Mandén de 1222,  el texto por excelencia es la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional francesa el 26 de agosto de 1789. A partir de ella se inspiraron Constituciones de aquellas naciones que entre los siglos XIX y XX se independizaron. Esta primera Declaración tenía un ámbito territorial limitado: Francia.
 
Será el 10 de diciembre de 1948 cuando los Derechos Universales sean reconocidos a nivel internacional con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Desgraciadamente la iniciativa surgió, no por querer reconocer dichos valores, sino por los horrores de la cruenta Segunda Guerra Mundial.
 
 
¿Cuáles son algunos de esos Derechos Universales?
El primer y fundamental Derecho es el de la Vida. Y eso incluye a los concebidos o “nasciturus” que están en el seno materno. Un ser humano sin vida no puede gozar de derecho alguno. El derecho a la vida conlleva la prohibición de la pena de muerte, los genocidios, las limpiezas étnicas, etc.
 
El segundo es el Derecho a la Libertad. Es un principio esencial no solo para el individuo sino también para lograr el progreso humano y alcanzar un mundo mejor. Cada persona tiene derecho a vivir la vida que desee, hacer o no hacer y a elegir lo que razonablemente considere mejor, siempre que respete los derechos de los demás.
 
El tercero es el Derecho a la Igualdad. Nadie está por encima de otro moralmente. Nadie es superior a los demás. Incluso todos son iguales ante la ley, sin discriminación alguna. Así mismo supone igualdad de oportunidades para todos junto con el concepto de colaboración e integración.
 
El siguiente es el Derecho de Expresión. Este derecho va ligado al derecho a la información veraz, el derecho a que las instituciones sean transparentes para que cada individuo pueda formarse sus propias ideas y poder expresarlas. El derecho de expresión y crítica constructiva ayuda a ese progreso humano, a ver las cosas desde distintas perspectivas para mejorar las relaciones sociales.
 
El Derecho a la Intimidad. Este es un derecho que se está vulnerando a gran escala por primera vez desde que las nuevas tecnologías se desarrollaron exponencialmente a principios del siglo XXI. Se ha creado un mercado de compraventa de información en todo el mundo que mueve miles de millones de euros o dólares. Existen los llamados Data Brokers que se limitan a comprar grandes volúmenes de información para distintos fines sin el consentimiento expreso de los interesados. En este nuevo siglo la información es considerada el nuevo petróleo. Al desconocer la finalidad de la recogida y tratamiento de nuestra información personal, podemos establecer distintos escenarios: para crear perfiles y listas negras de personas contrarias a una determinada ideología (lo que seríamos potencialmente peligrosos para el sistema), seguimiento y control de nuestras actividades para tener mayor poder sobre la población, chantaje, etc.
 
El Derecho a la Educación. Este derecho entronca con el de igualdad e información veraz. La educación es un derecho universal para que toda persona pueda desarrollarse y conseguir el progreso humano. Debe ser gratuita, que fomente el pensamiento crítico desde la infancia y promueva valores universales que ayude a ser autónomos y convivir respetuosamente con sus congéneres. El acceso equitativo a la enseñanza es necesario para cualquier edad: infancia, adolescencia, madurez y vejez.
 
El Derecho a la Salud. La nutrición y la atención médica es un derecho universal ya que es un requisito indispensable para alcanzar una educación mejor en cualquier edad y un mayor desarrollo económico. Y a salud hay que referirse tanto física como psicológica ya que repercute en los demás. Como ejemplo encontramos el poder acceder al agua potable, los saneamientos y los recursos naturales. En occidente puede que no tenga importancia, pero en países no desarrollados es un problema creciente.
 
El Derecho a la Seguridad. Todos estos derechos no tendrían sentido sin el derecho a la seguridad, a que se respeten y defiendan a nivel individual y colectivo. Para ello, los poderes legislativos deben crear los instrumentos y mecanismos necesarios.
 
 
La necesidad de luchar por los Derechos Universales
El resurgimiento del populismo, de grupos políticos extremistas y pactos o alianzas económico-financieras están provocando un nuevo panorama internacional que influye negativamente sobre los derechos universales. La tendencia es crear estados u organizaciones internacionales autocráticas que pongan los intereses económicos sobre los intereses individuales. De ahí los grandes desequilibrios a nivel mundial, los conflictos bélicos, las revueltas sociales o revoluciones radicales y destructivas.
 
Desgraciadamente La Declaración Universal de Derechos Humanos, aún siendo aprobado por la Organización de las Naciones Unidas, no está ratificada por todos los países de la tierra. Entre los países que se abstuvieron estaban: Arabia Saudí, Bielorrusia, Checoslovaquia, Polonia, Sudáfrica, Ucrania, la antigua Unión Soviética y Yugoslavia.
 
Además, los países que votaron a favor no siempre respetan dicha Declaración Universal, al contrario, refuerzan en sus legislaciones internas restricciones individuales como la pena de muerte, los derechos de la mujer, la libertad de expresión, las torturas, juicios sin garantías procesales, detenciones sin argumentos jurídicos que sobrepasan el tiempo necesario para la investigación, etc.
 
 
¿Hay esperanza?
Afortunadamente, con la revolución tecnológica y el aumento considerable de las posibilidades de comunicarse en todo el planeta, a pesar de las continuas censuras gubernamentales en algunos países, es posible ayudar a personas a comprender que tienen unos derechos que nadie puede quitarle y una libertad para defenderlos. Internet es la mayor plataforma de formación e información sobre valores que pertenece a la humanidad, es la mayor red de difusión sobre los derechos universales cuyo alcance es internacional.
 
Es cierto que Internet también tiene sus amenazas, fuerzas que publican información o noticias manipuladas con el fin de suprimir o desacreditar los Derechos Humanos, creando falsas expectativas o desviando la atención de la población en su propio beneficio. Pero eso no impide que todos aquellos que creen en el Derecho Natural, en los Derechos Humanos, se organice para protegerlos.

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